jueves, 20 de mayo de 2010

GRAFOLOGÍA


Grafología es el término acuñado en Francia en el último tercio del s. XIX, por el Abad Jean-Hippolyte Michon, para designar la ciencia que estudia el carácter a partir de las expresiones escriturales. Consiste en un método psicológico analítico de comprensión del gesto gráfico, como una manifestación grafomotriz de las características psico-fisiológicas del autor de un manuscrito.

Se entiende la escritura como una sucesión de gestos reducidos que se van ajustando al trazado de las letras, es decir, al patrón caligráfico común. una vez aprendido el modelo escolar y dominado el acto de escribir, se produce inevitablemente una evolución o desarrollo escritural que individualiza y singulariza la forma característica de cada escritura, dotándola de rasgos y particularidades únicos.

La Grafología parte siempre de la observación de los documentos manuscritos, de los rasgos y características escriturales, y no de modelos psicológicos y caracterológicos previos. Son precisamente diferencias basadas en posiciones teóricas previas en las que establecen disparidad de matices interpretativos entre las escuelas grafológicas más importantes: la Escuela Clásica Francesa, la E. Simbólica Suiza, la E. Alemana, la E. Italiana,...

Fue el español Huarte de San Juan, quien en su obra "Examen de los ingenios para las ciencias", habla de la interpretación de la escritura con fines de orientación profesional. Unos años después, en 1.622, Camilo Baldi publica el primer tratado grafológico titulado "Tratado de cómo por una carta se reconoce la naturaleza y cualidades del autor". Posteriormente, otros muchos personajes de relieve social aluden con mayor o menor extensión y profundidad a las posibilidades interpretativas de la escritura: Goethe, Leibnitz, Mann, Jung,..., mostrando interés y aportando reflexiones acerca de la relación psique-escritura; sisn embargo, es de la mano del Abad Michón donde se asientan las bases científicas de la Grafología y donde nace el "método", y a quien se le deben una gran parte de signos grafológicos.

Su continuador, Jules Crépieux-Jamin, considerado el más grande grafólogo de todos los tiempos, fue quien asentó definitivamente las bases y fundamentos científicos de la Grafología. Trabajó arduamente en clasificar características escriturales en lo que denominó GÉNEROS, ESPECIES y MODOS. Crepieux-Jamin descartó el valor fijo de los signos establecido por su maestro y también observó que distintas causas podrían producir los mismos efectos, por tanto y en consecuencia, un signo grafológico puede ser expresión de motivos diferentes.

Posteriormente, el filósofo y caracterólogo alemán Ludwin Klages introduce un nuevo concepto denominado "formniveau", una noción relacionada con la "vida inherente al trazado", "intensidad de vida",... Tiene que ver con la originalidad de una escritura, su riqueza, profundidad, calidez,... su mayor "formniveau", y por tanto más positiva la interpretación de los rasgos de dicha escritura, siendo este valor tanto más negativo, cuanto más anclada esté una escritura al modelo caligráfico aprendido, dando una impresión vacía, pobre, tenue,... El "formniveau" o nivel de forma, muestra el "espíritu" de una escritura, la "imago" de su totalidad y pone de manifiesto la cualidad directriz, el eje en torno al que gravita la personalidad.

El médico suizo, Max Pulver, incorporó al acervo grafológico, nociones psicoanalíticas relacionadas con el simbolismo arquetípico expresado en el grafismo así como en el contexto gráfico, el papel sobre el que se escribe. Para Pulver, lo decisivo del análisis interpretativo grafológico es el "contenido simbólico o de expresión". La Escuela simbólica Suiza aportó significaciones de psicología profunda a la grafología, enriqueciéndola notablemente.

En España, la Grafología adviene de la intensa labor divulgativa de Matilde Ras, una grafóloga de excepción y gran erudita. Sus obras son un compendio de saberes grafológicos y una gran labor de síntesis a través de citas de psicólogos, médicos, filósofos y pensadores de relieve.

A la hora de encarar un documento, lo primero a tener en cuenta, son los elementos que intervienen en el documento a observar: tinta, bolígrafo, pluma, papel, estado físico,... y, sobre todo tener presentes los posibles accidentes de pluma, debidos a causas diversas: frio, susto, pluma que pincha el papel,..., y que son trazados modificados o alterados por causas ajenas al carácter del escribiente.

Es preciso disponer de documentación manuscrita suficiente antes de adentrarnos en su estudio. Aunque a veces, sencillamente, no es posible; se debería poder contar con más de un escrito, realizado en distintos momentos. Antes de cualquier interpretación precipitada, hay que observar la escritura e identificar las dominantes gráficas y clasificarlas según su intensidad: inclinada, angulosa, inarmónica, precipitada,...

FUENTE: Grafología Analítica (Manuel J. Moreno). Edicciones Peñatu 1.999